Tuesday, July 23, 2013

Día 4: Despedida y la despedida

Ya era tiempo de conocer San Diego, pero como solo era un día, no podía pretender lograr conocer a fondo.

En la mañana fui a Ocean Beach, que es la playa más cercana. La playa tal cual no es la gran cosa, lo interesante es lo que las personas han hecho de ella: la cultura de surf esta presente. El agua esta llena de personas en sus tablas, esperando su ola. Algunos más cerca de la arena, aprovechando las olas pequeñas con sus long boards. En la playa, por supuesto, abundan las mujeres tomando el sol. Un salvavidas mira con atención el horizonte, atento a quien lo necesite.

Los negocios de los alrededores ofrecen accesorios y tablas, tatuajes y alojamiento para los viajeros en busca de olas.

Después de mi visita a la playa regresé a la ciudad. El resto del día me dediqué a perderme en Downtown y Gaslamp Quarter. Encontré una plaza muy bonita llamada Westfield Horton. Lo interesante de esta plaza es su arquitectura, que es un poco confusa. Tiene como niveles medios y escaleras que atraviesan de forma extraña los pasillos centrales. En uno de los niveles hay una zona con ajedrez y damas de gran tamaño que cualquiera puede usar. Ahí se observan desde señores hasta niñas esperando a retar a alguien. A pesar de ser lunes, casi todas las "mesas" están ocupadas.

Al sur del Gaslamp se encuentra el centro de convenciones, que inevitablemente me topé. Verlo ahora tan vacío, y el Gaslamp tan apagado, me hizo sentir nostalgia por algo que sucedió sólo un día antes. Creí estar siendo enamorado por San Diego, pero en realidad no lo conocía, sólo conocía su vestido de comic-con. Espero pronto volver, con credencial en mano, y disfrutar de la cultura que ofrece.

El día terminó con el atardecer junto al mar. Me senté a verlo en una banca en la ¿bahía? junto a un yate ridículamente grande que al parecer es de un billonario ruso. Espero verte pronto San Diego.

Ahora sigue San Francisco. Estoy en un tren que me dejará en Oakland y de ahí veremos a dónde me lleva el viento.

Monday, July 22, 2013

Día 3: Últimos cabos sueltos

Había estado un poco preocupado por mi viaje a San Francisco, porque no estaba seguro de como iba a llegar. Mientras más se acercaba el día (mañana) más dudaba de la idea de rentar coche. Recordando otros viajes, este se compara a México-Tepic que fue bastante difícil hacer estando descansado y con mi hermana a un lado para hacer plática. Y buscar descansar en medio significaba el doble de gasto en el coche (tendrían que ser dos días) más el nervio de no encontrar vacantes en ningún lugar intermedio

Así que el día de hoy me dediqué a buscar opciones, y encontré justo la opción que buscaba: un viaje nocturno. Así que dormiré en el Amtrak mañana. Además me da la oportunidad de explorar un poco San Diego mañana, cosa que no he hecho en realidad.

Un poco de la tarde la pasé por el centro de convenciones por supuesto. Ya no tenía la credencial, pero me perdí un rato en el Marriot, donde había algunos eventos, incluyendo un salón de Nintendo -ergo la foto-, las salas de Pathfinder, D&D y Magic (sólo con credencial del comic-con esas últimas 3).

Salí de ahí para caminar por Gaslamp Quarter -donde esta toda la fiesta del CC- pero después de este fin de semana lleno de eventos estaba tan cansado que me retiré a comer a Little Italy, un barrio muy tranquilo y bonito, con una calle llena de restaurantes. Me senté un rato a leer, comer pizza y tomar cerveza y luego regresé a descansar, y ahora estoy escribiendo esto y ahora dormiré.



Sunday, July 21, 2013

Día 2: Comic-Con!

Así que conseguí cómo entrar a la convención.

El centro de convenciones es enorme. Desde afuera es notorio, pero cuando tienes que recorrerlo es intimidante. Me tomó una hora y media dar una primera pasada a los pasillos.

Desde The Walking Dead hasta My Little Pony - con saludos a mi hermana- los stands principales exponían productos y el futuro de su franquicia. Sin embargo, era solo exposición.

Los demás stands incluían dibujantes y escritores mostrando, ofreciendo y firmando su arte, dispuestos a platicar al respecto. Un nuevo escritor me contó sobre su primera novela: una aventura sci fi que no me convenció del todo. Un señor me contó la historia de su proyecto de novela gráfica con sus hijos y sobrino que me convenció tanto que mientras escribo esto tengo la camiseta de una de sus novelas puesta (literalmente).

Pero por lo que pueden leer, lo principal de la convención no eran los productos sino la gente: el tipo que andaba por la convención dando high fives a quien recibiera su mano, el wolverine carismático que no vi a nadie más que se tomara tantas fotos, incluso el guardia amable que me dejó quedarme sentado en el suelo mientras comía.

En general, el cosplay es excelente. La gente se emociona por todos lados y saluda a los personajes que conoce, e incluso a los que no conoce pero se les reconoce el esfuerzo del excelente traje. Nadie parece incómodo, nadie se siente ofendido por gritos, nadie se intimida por coqueteo. Todo se acaba aquí, todo parece tan inocente, somos niños de nuevo.

En la noche fui a un panel en un teatro, con la gente de SMBC theatre, Cyanide&happiness, toon hole y 5 Seconds Films. Proyectaron algunos de sus sketches y hubo sesión de preguntas y respuestas. Todos son muy accesibles y agradables y me chulearon mi camiseta de Robocop cuando baje a que me dieran mi premio (gané una rifa). Finalmente presentaron cosas nuevas que tendrán que esperar para que publiquen en internet.

Después de eso fuimos todos a un bar y tomé una cerveza, pero saben que no soy mucho de fiesta, así que cuando cambiamos de bar medio me perdí, así que decidí regresar a descansar.

Para el final del día no sentía mis piernas. Veamos qué pasa hoy, tal vez salga a recorrer SD en bici.

Friday, July 19, 2013

Día 1/2: Escala en San Francisco

Es la primera vez que cruzo la frontera con EU, y debo decir que el aterrizaje en San Francisco fue un excelente comienzo para el viaje.

Cuando la azafata me pidió que abriera la ventana para el descenso, aproveché para asomarme. "Para que podamos ver el ala" dijo con una sonrisa. El ala era lo de menos.

Me encontré con un mar de algodón debajo de nosotros, las nubes eran tan densas que tuve que recordarme que no era nieve en lo que aterrizaríamos. Algunas montañas sobresalían, llevando un poco de la neblina consigo, como olas reventando en islas.

A veces las nubes parecen densas de lejos y cuando el avión las alcanza son en realidad decepcionantemente ralas. Estas mantuvieron su blancura durante todo nuestro descenso, y cuando las atravesamos lo único que nos recibió fue agua.

Algunos barcos navegaban lo que entendí que era la bahía de San Francisco, mientras el avión parecía con la intención de acuatizar. Fue hasta el último momento que la pista apareció debajo de nosotros y al fin llegamos a SFO.

Desgraciadamente no tengo fotos para mostrar porque el celular ya estaba apagado, pero espero que la anécdota cuente para algo.

Ahora a esperar el vuelo a San Diego.